La gigantomaquia o guerra de los gigantes sucedió muchos años más tarde que la titanomaquia, con el panteón olímpico ya formado y en la época de héroes como Heracles. Gea, abuela de Zeus y madre de Cronos, estaba aún resentida por la derrota de su hijo a manos de los dioses olímpicos trazó un plan para derrotar a los dioses que gobernaban desde el monte Olimpo.
Por este motivo y conociendo a cada uno de los dioses, engendró a los Gigantes como contraparte de cada uno de estos dioses. Así cada uno de estos Gigantes poseía una cualidad que lo hacía inmune a los ataques de cada dios.
Zeus fue atacado por Porfirión que era inmune a sus rayos; Poseidón se las tuvo que ver con Políbotes que era una criatura marina capaz envenenar todas las aguas que tocaba; Alcioneo, el encargado de acabar con Hades era inmortal, por lo que no le afectaban los ataques del dios de la muerte; Encélado, era uno de los antiguos hecatónquiros descendientes de Urano y tenía 100 brazos, fue el encargado de atacar a la diosa Atenea; Ares se las tuvo que ver con Damasén, un gigante que conseguía curarse de sus heridas más rápido de lo que el dios de la guerra era capaz de causarle; Orión el cazador se las vio con Artemisa; Hermes fue atacado por Hipólito, un gigante hábil y silencioso al que no conseguía impactar el veloz dios; Mimas, poseedor de una gran maza en llamas intentó acabar con Hefesto y Dioniso fue atacado por un par de gigantes gemelos llamados Oto y Efialtes.
En una primera batalla los gigantes llegaron hasta el monte olimpo apilando las montañas Athos, Osa, Pelión, Ródope unas sobre otras hasta llegar a la morada de los dioses. En esta primera batalla los dioses olímpicos fueron casi derrotados ya que al verse incapaces de causarles la menor herida a estos titanes decidieron huir para trazar un plan mejor.
Para conocer la manera de vencer a estas enormes criaturas recurrieron a un oráculo que les dijo que los Gigantes no podrían morir a manos de los dioses a no ser que un mortal luchara al lado de ellos, por lo que Zeus hizo llamar, por medio de Atenea, a Heracles.
La batalla final se libró en Flegra, tierra volcánica donde habitaban los gigantes y se decantó hacia el bando olímpico porque Heracles remataba a todos los gigantes con unas flechas empapadas de veneno de la Hidra de Lerna, para que no pudiesen revivir.
Esta era de los gigantes formará parte de uno de los capítulos del Vademécum y en el podremos encontrar las descripciones, características y perfiles de la mayoría de los gigantes que participaron en la guerra contra los dioses olímpicos y sus héroes.
Una pequeña muestra de su poder
El nivel de desafío será alto, pero confiemos en que los dioses estén del lado de nuestros héroes para poder vencerlos.
Nos vemos próximamente y seguiré contándoos cosas del suplemento que ya va cogiendo mucha forma.
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